La historia del "Little Bastard" el porsche maldito

"Vive intensamente, muere joven y deja un bonito cadáver", solía firmar el actor estadounidense James Dean, promesa que cumplió cuando su 550 Spyder le quitó la vida. Sin embargo, los restos del vehículo continuaron causando desgracias después de la tragedia.




James Dean, uno de los actores más prometedores del Hollywood de los 50's, acababa de terminar el rodaje de su largometraje "Gigante" cuando sufrió el accidente que terminó con su vida. Sucedió el 30 de Septiembre de 1955. James conducía en su recién comprado el Porsche 550 Spider, apodado "Little Bastard".

Fue bautizado así por Bill Hickman, uno de sus compañeros de trabajo, quizá por su intimidante relación peso/potencia. Concebido para la competición, era un auto extremadamente ligero y esbelto: su motor 1,5 lts bóxer con doble carburación entregaba 110 HP. Para un vehículo lanzado en 1954 y una velocidad máxima de 225 km/h, era el equivalente a lo que hoy sería un Bugatti Veyron.

El 30 de septiembre de 1955, James Dean acudía junto a su amigo mecánico Rolf Weutherich a una carrera que se celebraba en Paso de Robles, en el estado de California. Un policía les detuvo unos instantes por exceso de velocidad. No los multó, pero les recomendó que bajasen la velocidad. Pero en la intersección con la Ruta 41, Dean colisionó contra un Ford Tudor conducido por un estudiante. Se cree que ambos corrían a exceso de velocidad, aunque nunca se ha adivinado con certeza quién fue el culpable del accidente. Las heridas sufridas por Dean le provocaron la muerte de camino al War Memorial Hospital.



Pero la historia no terminó allí. Porque desde ese día, el "Pequeño Bastardo" continuó provocando desgracias.

A pesar de que el Porsche 550 Spyder de James Dean quedó inservible, los componentes mecánicos que habían quedado intactos podían dar juego para otros autos de carreras. Por esa razón, un taller de Chicago compró el siniestro completo tres años después. Sin embargo, cuando el camión que lo transportaba llegó al taller y comenzaron a bajar el coche de él, una de las cuerdas que lo sujetaban se rompió, cayendo sobre un mecánico al que le rompió las piernas.

Luego de eso, el motor y el cambio del Porsche maldito se instalaron en otros vehículos de carreras. Sin embargo, el destino iba a juntarlos de nuevo fatalmente cuando ambos colisionaron entre sí en una competición, falleciendo sus dos pilotos. Por su parte, las ruedas traseras también se aprovecharon y fueron montadas en otro deportivo. En plena carrera estallaron al mismo tiempo, provocando otro accidente. El piloto logró salvarse, pero luego de varias semanas en coma.

Pero todavía hay más. Un grupo de mecánicos decidió reconstruir el automóvil en el que la estrella había perdido la vida. Comprando la chatarra y los componentes mecánicos, lo repararon y reconstruyeron casi todo. Pero entonces el taller donde guardaban el coche se incendió.

El comentario de que el auto estaba maldito se extendió como la pólvora. Tras reparar los daños producidos durante el incendio, un museo de Sacramento lo adquirió para añadirlo a su colección, destinada a mostrar las consecuencias de los accidentes de tránsito. Pero un día, mientras un joven lo observaba, el "Pequeño Bastardo" se cayó de su pedestal y le rompió la cadera. Finalmente, sus dueños decidieron deshacerse de él, pero cuando el camión que lo llevaba se dirigía a un desguace en Nueva Orleans, el camión fue alcanzado por otro vehículo, matando al conductor bajo las ruedas de "Little Bastard".

A partir de aquí las historias difieren, unos dicen que el coche desapareció misteriosamente, otros que los dueños del taller en Chicago aún tiene en su poder los restos. Unos pocos, dicen que el coche se partió en 11 trozos, los que pudieron repartirse por todo EEUU.

fuente: tacometro.cl

Eso casualidad o maldición.
enserio Oso una ves escuche de un Porsche maldito pero esto es demacioado digo yo xD

Muyyyy mala suerte.

buena historia

4 muertes.
3 accidentados.
1 incendio.

Sin datos del acompañante de Dean ni del conductor del Ford Tudor, pero presumiblemente se puede seguir sumando a la lista.

Ese coche merece pena de muerte si es que aún queda algo de él. Eso sí, no quiero ser yo el que le tenga que dar la inyección letal. XD

Gracias por la historia, muy interesante.

buena ruso me has dejado impactado, bonita historia, yo crei q solo era puro cuento????? y que se utilize las partes de un auto siniestrado en otro seria coincidencia, pero a q se de el lujo de llevarse a alguien por delante dejandolo herido o muerto, eso si. Es ser maldito

Holyyyyyy shhhhhhhhhhhhhhhtttt!!!!

gracias a los que se dieron el tiempo de leerlo, creo que debí haber puesto esto para halloween, pero no lo había encontrado aún